En los últimos cuatro meses, siete presos han fugado. La última se ha producido el lunes por la mañana en el centro penitenciario de Tarragona. Dos presos han logrado escapar -un ja ha sido detenido-, mientras que un tercero ha sido atrapado en el intento por un agente de los Mossos. Los reclusos han aprovechado la confusión desatada en el complejo después del suicidio de un cuarto preso en la enfermería.
El director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, Xavier Martorell, ha señalado directamente el error de un funcionario que estaba en la garita de control y que "no ha activado el plan de seguridad".
La reiteración de estos episodios, sin embargo, ha puesto en la picota Martorell. Y no sólo por las fugas, que el Departamento de Justicia atribuye a "episodios aislados" sin un nexo en común, sino también por su presunta participación en una trama de espionaje político.
Según ha explicado Martorell, la fuga se ha producido cuando un interno que estaba en la enfermería ha detectado que otro preso se había suicidado y ha avisado para activar el protocolo en estos casos, lo que supone una redistribución de efectivos. Una hora después, aprovechando la confusión, los tres presos han huido trepando por un muro hasta la garita del funcionario de seguridad, que ha reconocido que ha visto alguien subiendo a la garita, pero que no ha activado el protocolo estipulado.
Al llegar a la calle, un agente que controlaba el perímetro exterior de la prisión, situada en la avenida de la República Argentina de Tarragona, ha visto los tres hombres, que han intentado quitarle la pistola. Después de un forcejeo, el mozo pudo retener uno de los tres reclusos.
Los otros dos lograron huir. Según ha puntualizado Martorell, "dentro del sistema penitenciario no habían sido calificados de peligrosos". Uno de ellos ya se había escapado con anterioridad de la cárcel de Lleida.
Desde que Martorell asumió el mando en Prisiones, el 7 de enero de 2013, se han registrado cinco incidentes -3 evasiones de prisiones y dos fugas durante el traslado de presos-que han permitido escapar a siete internos.
La fuga más sonada fue en enero en Figueras, cuando dos presos saltaron a la calle, desplegando unas sábanas por la ventana. El mismo día se les encontró. La semana pasada otro preso también se escapó de la cárcel Modelo de Barcelona. Fue por la puerta de delante y aprovechando una visita de la familia. En su lugar, se quedó un familiar que se hizo pasar por él. El recluso, un hombre acusado de un delito de violencia doméstica, aún no ha sido localizado.