Voy a empezar poniéndome una medalla pero antes de que Albert Soler se convirtiera en el primer periodista de Catalunya gracias al proceso -no todo tiene que ser malo- yo ya lo había descubierto. Lo leía en el Diari de Girona y pensaba: ¿pero este tío quién es?. Tanto es así que el propietario de un camping de La Escala, el Illa Mateua -al que hicieron boicot los indepes- me invitó un día a una paella y puse una condición: que viniera Albert Soler.
El ágape se hizo. Incluso con asistencia de la Legión como pueden ver. Juraría que Albert hasta adoptó un aire marcial, seguramente en recuerdo de sus años mozos donde parece que llegó a cabo primero. Que conste también, en favor mío, que ostento el récord mundial de presentaciones del libro de Albert Soler, “Cansados de vivir bien” (Sagesse), ahora en castellano.
Estuve en las de Girona, Barcelona, Tarragona, Banyoles e incluso Cornellà, donde actué hasta de telonero. Como estaba también Ramón de España o Víctor Amela al menos te reías. Cosa de agradecer con el proceso. Fíjense que los indepes siempre van con cara de estar peleados con el mundo. Como el libro ha superado la cifra de más de 5.000 ejemplares -en un país en el que con suerte apenas se superan los 300 por edición- Planeta ya le ha puesto el ojo.
El libro es ideal para estas épocas de confinamiento, incluso de desescalada, con una salvedad: no lo utilicen para antes de la siesta o de la noche. Como vas riendo todo el rato cuesta coger el sueño en este caso. En el transporte público tiene el mismo problema: pueden tomarte por loco porque te ríes solo.
En la entrevista lo mismo pero en persona. En efecto, considera que los independentistas “se han propuesto hundir Catalunya” aunque en este caso no es un pronóstico, ni siquiera meteorológico, sino una obviedad. Que Torra “sólo sirve para promocionar la ratafía” y que Rahola se ha quedado sin paella este agosto.
También que “los intelectuales en Catalunya deberían estar escondidos debajo de las piedras -a mí me ha venido a la cabeza Culla, Ramoneda y otros próceres- por su papel en el proceso y que Cotarelo & Talegón han encontrado un filón.
“¿Quién se cree que los catalanes están oprimidos?”, se pregunta por otra parte al fin y al cabo, los indepes en Girona son los pijos y viven en el centro, la zona más cara, o en casas de los alrededores “con piscina, césped, tres coches y lazo amarillo en cada vivienda”.
“No hay peligro -advierte también-: en Catalunya no puede triunfar una revolución con este personal”. Y un último apunte: ¿saben quién inventó aquello del “mandato popular”. No, no fue la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, sino Benito Mussolini, un descubrimiento que ha hecho Soler durante su última lectura./Una entrevista de Xavier Rius.