La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, decidió suprimir la unidad de antidisturbios de la Guardia Urbana en 2018 y crear otra unidad de características y funciones similares. Este fin de semana, coincidiendo con las Fiestas de la Mercè, la policía municipal se ha visto desbordada cuando miles de personas han participado en botellones en la avenida Maria Cristina y la playa de Bogatell, que han derivado con incidentes violentos como pillajes, peleas y persecuciones, entre otros.
Los Mossos, en un operativo conjunto con la Guardia Urbana, han detenido a 30 personas en diferentes puntos de Barcelona, principalmente en la zona de playas y en el centro de la ciudad. Se les relaciona con robos violentos, robos con fuerza, hurtos, atentados a los agentes de la autoridad y desórdenes públicos.
El 14 de febrero de 2019, el ayuntamiento barcelonés aprobó "la modificación del organigrama de la Gerencia de Seguridad y Prevención en el ámbito de la Guardia Urbana". En este sentido decidió "extinguir la Unidad de Apoyo Policial de la División de Seguridad e Investigación de la Gerencia de Seguridad y Prevención". Al mismo tiempo anunció la "creación de la Unidad de Refuerzo para las Emergencias y Proximidad adscrita a la División de Seguridad e Investigación de la Gerencia de Seguridad y Prevención".
Este nuevo organigrama tenía como "tareas específicas" asegurar "la convivencia y la seguridad ciudadana", así como la "prevención y gestión de emergencias". También actuar como refuerzo en "dispositivos de seguridad en espacios o acontecimientos de especial complejidad o riesgo" y "proteger las autoridades municipales y los actos, espacios públicos y edificios en situación de riesgo especial", entre otras funciones.