El adelanto del inicio del curso escolar al 5 de septiembre ha obligado a muchas familias a modificar o acortar sus vacaciones y ha provocado que la ocupación turística del mes de septiembre baje entre un 20 y un 30%. Esto ha afectado, sobre todo, a los campings y hoteles de las zonas de costa y de montaña, que viven más del público familiar.
Las reservas para la última semana de agosto, una de las más fuertes del año, descendieron respecto a otros años, y el bajón es más fuerte en la segunda semana. En algunos establecimientos destinados a familias las reservas para la segunda semana de septiembre les han descendido entre un 20 y un 30% respecto a otros años.
Los hoteleros de la Costa Brava se quejan de que si, normalmente, las dos primeras semanas de septiembre tenían una ocupación de entre el 60 y el 80%, este año se desplomará a un 20-30%. Lo mismo sucede en los campings de la zona del Pirineo de Lleida, donde la mayoría de gente ha decidido acortar su estancia para poder tener a punto el regreso a la escuela de los más pequeños.
La Federación de Hostelería de Lleida cifra en un 20% menos la ocupación y reservas estos días de finales de agosto respecto al año pasado y lo achaca directamente al adelanto del curso escolar que hace que mucha gente ya no alargue hasta prácticamente el puente del 11 de septiembre.