El agente de la Policía Nacional en Sevilla Rufino Nogales nunca habría imaginado la aventura que viviría durante uno de sus días libres. Rufino pasaba un domingo más con la familia en su casa en Santa Olalla del Cala, Huelva. Después de ver una película decidió ir a hacer deporte, pero antes tenía que saludar a unos familiares y parar a cargar el móvil para escuchar música. Fue cuando unos vecinos se acercaron a la casa a preguntar por la localización de un familiar; solía llegar al mediodía y ya eran casi las siete de la tarde.
El agente decidió salir con sus vecinos en busca del hombre desaparecido. En su búsqueda se encontraron con la ropa de la víctima junto a un pozo situado cerca de la casa del policía, cuando miraron dentro vieron al hombre. No se movía, parecía estar muerto, y eso es lo que pensaba la familia totalmente desconsolada. El agente Nogales, sin embargo, se dio cuenta de que el hombre estaba pegado a una goma con la que se sacaba el agua del pozo mediante una noria, por lo tanto "parecía que seguía con vida", según explica el policía en declaraciones a e-notícies.
La llamada al 112 fue prácticamente inmediata. La familia, desconsolada no podía articular palabra con la persona que los atendía al otro lado del teléfono. El agente cogió el móvil para detallar la situación. Nogales tenía intención de bajar al pozo para ayudar al hombre, desde emergencias se lo desaconsejaron. El policía, haciendo caso omiso, ya que la vida de aquel hombre corría peligro, bajó en busca la víctima con la ayuda de una eslinga. "Estaba semiinconsciente, con hipotermia y las manos totalmente peladas", explica el policía. "Tú tranquilo no te preocupes, no tienes que hacer nada yo me encargo", fueron las palabras del agente al hombre con la intención de intentar calmar la situación.
Una vez abajo vio que la profundidad del pozo impedía que tocara el suelo, tenía que hacer algo para salvar la vida de aquel hombre. Nogales optó por crear una especie de "silla" con su cuerpo para aguantarlo. Una mano en la eslinga, el otro en la cintura del hombre y las piernas cruzadas para mantener a la víctima por encima del nivel del agua.
Pozo donde sucedieron los hechos en Santa Olalla del Cala, Huelva.
A partir de aquí dos largas horas hasta que los bomberos, desplazados desde Aracena (Huelva), llegaron. Un tiempo que estuvo acompañado de conversaciones impulsadas por el agente para evitar que el hombre se durmiera o perdiera del todo el conocimiento. Desde la actualidad deportiva, con Messi como protagonista, hasta las conversaciones más triviales acompañaron a los dos hombres atrapados en el pozo durante dos horas.
Los bomberos llegaron y los sacaron de un agujero de doce metros de profundidad, "sólo les faltaba la capa de Superman", explica el agente. Sin la intervención de Nogales "no aguantaba más de diez minutos en vida", así lo confirmaron los servicios médicos.
El hombre pudo salir con vida gracias a la actuación del policía. Actualmente, se encuentra ingresado en el hospital en observación. La única intención de la víctima era entrar en el pozo para coger uno de sus audífonos que había caído, no era consciente de la profundidad del agujero ni de que aquel audífono podía haberle costado la vida. Un reportaje de Joel Lozano