El major de los Mossos, Josep Lluís Trapero, ha caído en desgracia entre un independentismo que, tiempo atrás, lo había convertido en ídolo y referente. Incluso se llegaron a vender camisetas con su rostro y algunas de sus citas.
Sin embargo, su declaracion ante el juez en el juicio del procés, cuando aseguró que tenía la idea de detener a Carles Puigdemont si hubiera sido necesario, cambió la imagen que muchos tenían del policía.
Trapero, que había participado en la famosa paella de Cadaqués junto al ex president, fue relevado días atrás de su cargo por el conseller Joan Ignasi Elena. En este sentido se apunta que Oriol Junqueras habría aconsejado también la destitución de Trapero, molesto al considerar que su declaración fue clave para que el juez lo condenara.
El abogado Javier Melero, que defendió a Joaquim Forn en el juicio del procés, constata en un artículo en La Vanguardia que “quienes querian a Trapero encarcelado, fracasaron; quienes le encumbraron como héroe lo repudiaron”.
También el periodista Ernest Folch considera en un artículo en El Periódico que “su caída es injusta y triste para el país, porqué confirma que en Cataluña se prioriza mantener la ficción de un relato”. También constata que a pesar de sus diferencias en muchas materias, ERC y Junts han estado “sospechosamente de acuerdo en el cese”.