El escritor, periodista e historiador, César Alcalá (Barcelona, 1965), en una entrevista en e-notícies, explica que “en Cataluña hubo unos 3.500 muertos por la represión de Franco y los otros fueron 8 mil. Hubo más represión republicana que con Franco en un periodo más largo de tiempo”.
Por otra parte, reivindica que “si hablamos de memoria histórica tenemos que hablar de la memoria histórica de los dos bandos”. “Tan mal hicieron por un lado como hicieron por el otro”, apunta.
Alcalá considera que “se tendría que hablar de Paracuellos”, donde murieron y fueron enterrados en fosas comunes víctimas del bando nacional. “Si Carrillo fue el gran culpable de Paracuellos o fue otra persona, que se explique, porque ya han pasado 80 años. Carrillo ya está muerto y las otras personas que pudieron hacer estas barbaridades, también. Ya no hay revanchas ni historias raras”, señala.
También remarca que “en la fosas comunes encontramos de los dos bandos” y en este sentido considera que “la ley de Memoria Histórica no puede ser sectaria. No puedes discriminar Paracuellos. ¿Por qué vas a discriminar Paracuellos? Tu imagínate que abres un fosa, te encuentras gente con sotana y la tapas porque la ley te dice que hay que buscar republicanos. No puedes buscar nacionales o no puedes buscar curas muertos”, añade.
El historiador considera que con la actual ley “estás haciendo sectarismo histórico. Si se abren las fosas se abren todas y si salen curas pues salen curas, si sale gente nacional sale gente nacional y si sale gente republicana sale gente republicana”.
Por otra parte, explica que “en la checa de San Elías, menos los sábados, cada día salía un autobús cargado con unas quince personas que se las llevaban al cementerio de Montcada i Reixac para fusilarlos”.
También habla de una de las torturas que se daban en estas chekas, como era echar a gente viva a los cerdos para que se los comieran. “Los cerdos si huelen la sangre se vuelven carnívoros. A estas personas las echaban a los cerdos ensangrentadas y entonces atacaban directamente y llegaban a comérselos. Hay personas contabilizadas que nunca se encontró su cadáver pero se sabe que los echaron de comida a los cerdos”, relata.