El comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent, permanece confinado en su casa ante las sospechas de haber superado el coronavirus pero sin la posibilidad de hacerse una prueba médica, según revela hoy La Vanguardia. Más de mil policías autonómicos permanecen aislados sin capacidad de trabajar y sin saber si están o no contagiados porque hace tres semanas que a ni un sólo integrante de la policía catalana se le realizan tests.
La falta de tests se añade a otros problemas que han enrarecido la relación del cuerpo con el consejero de Interior, Miquel Buch. Buch anunció la semana pasada de una paga extraordinaria para funcionarios que habían hecho frente a la pandemia -como los Bomberos- pero dejaba de lado a los Mossos a pesar de que policías de las Arro, la Brimo y de seguridad ciudadana, participaron en el confinamiento de la Conca del Ódena y en el resto del dispositivo de seguridar por el coronavirus.
La última polémica ha sido el tuit del jefe de prensa, Joan María Piqué, el pasado sábado en el que evocaba los levantamientos de 1808, contra los franceses, y de 1936, al inicio de la Guerra Civil con esta frase: “Quizás es un enfoque que todavía no hemos planteado y que funcionaría”.