La reducción de la velocidad es la única fórmula que ven en el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) como solución a los problemas en la AP-7 y han propuesto reducir la velocidad máxima de los 120 km/h actuales a 110 km/h de generalizada ya 100 km/h en los tramos más conflictivos.
La Catalunya libre de peajes, una vieja reivindicación de ERC que en el 2012, cuando estaba en la oposición, se adhirió a la campaña "no quiero pagar"; se hizo realidad en septiembre del 2021. Desde entonces se han cronificado los problemas en esta autopista: continuas retenciones por el incremento de vehículos, también de camiones, y ha aumentado la siniestralidad, pero no encuentran solución.
El director del SCT, Ramon Lamiel, ha abogado por limitar la velocidad a 110 kilómetros por hora en la autopista AP-7 y que, en diez tramos que suman una extensión total de 70 kilómetros, las reducciones "sean aún más notables, hasta a 100 si conviene”.
Esta limitación especial se quiere aplicar en tramos "que acumulan dos o más accidentes con víctimas mortales o graves y donde se hace necesaria la reducción de la velocidad para poner freno a la elevada accidentalidad". Además, Lamiel ha aseguradoo que también pedirá al Gobierno que establezca un límite de velocidad inferior a los 100 kilómetros por hora en la AP-7 "cuando haya congestiones muy importantes".