El exdiputado de la CUP, David Fernández, ha declarado en el juicio del proceso en el Tribunal Supremo en calidad de testigo y ha respondido a todas las partes, incluso a la acusación particular representada por Vox. Fernández ha puntualizado que lo hace “por imperativo legal”, después que el juez Manuel Marchena le haya recordado que estaba obligado a “responder a las preguntas que se le formulan”.
El abogado de Vox, Pedro Fernández, le ha preguntado si en los talleres de no-violencia que impartió -dentro de la iniciativa de ‘En peu de Pau’- participó gente de Arran y de la izquierda abertzale. Antes de responder, el exdiputado se ha dirigido al presidente de la Sala para consultarle “si quedaría invalidado el testimonio” en cas de que “no declarase a la extrema derecha”.
“Usted tiene obligacion de responder a las preguntas que se le formulan. Usted ha sido propuesto como testigo de la defensa y todas son partes”, le ha respondido Marchena, al tiempo que le ha espetado que “un presidente de un tribunal no está para responder consultas jurídicas sobre las consecuencias de los propios actos”.
El exdiputado de la formación antisistema ha aceptado contestar a Vox “por imperativo legal”, aunque ha subrayado que “desde el imperativo moral denunciar la crueldad ruin y mezquina de cualquier forma de fascismo”. Fernández ha asegurado que en los talleres de no-violencia participaron miembros de Arran, pero de la izquierda abertzale “no me consta en ningún caso”.
Por otro lado, a preguntas del Ministerio fiscal, el exdiputado ha negado conductas violentas por parte de los manifestantes ante el Departamento de Economía el 20 de septiembre de 2017 y de los votantes del 1-O. “Con carácter general y mayoritario, no”, ha asegurado. También ha aseverado que “no hay una sola estrategia de planificación de violencia en ningún espacio del soberanismo”.
El exdiputado de la CUP ha declarado a preguntas de la defensa que participó “tanto como pude en la preparación del referéndum”. Fernández ha añadido que era “consciente” que el 1-O era un acto de desobediencia pero “desobedecí a conciencia”. “Si la autodeterrminación es el delito, yo me declaro abiertamente culpable y reincidente, porque mientra sea delito, seguiré desobedeciendo y reincidiendo”.
