Un auto del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) obliga a los centros escolares a hacer las clases en castellano si los padres de un alumno lo han pedido por via judicial. De esta manera, el alto tribunal desestima la oferta del Departamento de Enseñanza de ofrecer atención individualizada a estos escolares.
Así las cosas, el TSJC ha remarcado a la Generalitat que el castellano como lengua vehicular "debe adaptarse a toda la clase o unidad escolar de la que forma parte ese alumno". El auto tiene el voto particular de uno de los magistrados.
"Lo acordado afecta al alumno junto con sus compañeros", ha decidido el TSJC. En principio, esta decisión afecta a 10 centros escolares de Catalunya: cinco de la demarcación de Barcelona, tres de Tarragona y dos de Girona.
Asimismo, el tribunal ha señalado a la Generalitat que debe ser la administración que tiene la competencia al establecer la proporcionalidad entre las lenguas.