"El comercio es muy esclavo", explica María Agustina Porcel, que regenta una tienda de cestería en Martorell ('Casa Augusto') "desde el año 75" en una entrevista con e-notícies. Este municipio del Baix Llobregat -como otros de toda Catalunya- ha visto como cerraban muchas tiendas durante las últimas semanas debido a la crisis o simplemente las jubilaciones de sus propietarios.
Tercer miembro de una generación que se ha dedicado al pequeño comercio desde principios del siglo XX, la propietaria de 'Casa Augusto' alerta de que "un pueblo sin comercio es un pueblo sin vida". "Viaje por Europa y verácómo muchas ciudades no tienen pequeño comercio, tienen supermercados o grandes áreas, pero no tiendas", afirma.
En su opinión, la mayoría de establecimientos cierran "porque no da para vivir". "Si la gente trabaja hay consumo, pero si no, no", insiste. Ella todavía tiene suerte porque el local es de su propiedad, pero alerta de que si hay que pagar alquiler "no salen los números".
Además, "la gente -insiste- quiere llegar al viernes y cobrar". En su caso, hasta hace apenas unos meses, ha hecho toda la vida lo habitual horario comercial de nueve a tres y de cinco a ocho de la tarde, incluidos los sábados. "Tampoco hay puentes", añade.
El núcleo histórico de Martorell -conocido por Vila- ha visto como durante las últimas semanas cerraban o tienen previsto cerrar varias tiendas de moda (Trams, Transversal, Casayas, García, Modas Teresa), una papelería (Més que lletres), una agencia de viajes (Viajes Iberia), una zapatería (Calçats Roig), un colmado (Segura) o una óptica (Multiópticas), entre otras,
A la competencia de las grandes superficies hay que añadir también los cambios en los hábitos del consumo con la irrupción de la venta electrónica o la falta de vocaciones para un oficio complicado en cuanto a horarios, entre otros factores.
Muchas familias no siguen la tradición familiar porque los hijos son licenciados universitarios o han preferido otros trabajos con horarios más fáciles para combinar la vida laboral y familiar.
