Los brotes del covid registrados especialmente en la ciudad de Lleida, la comarca del Segrià, Barcelona y su área metropolitana deja en entredicho la “fase de reanudación” que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, anunció el pasado 18 de junio. Dieciséis días después, sin embargo, el Govern ya tuvo que decretar el confinamiento perimetral de Lleida y otros municipios del Segrià para contener los nuevos brotes.
La evolución de la epidemia ha ido empeorando en Catalunya en los últimos, lo que obligó al Govern a aprobar este viernes restricciones y recomendaciones para Barcelona, trece municipios del área metropolitana, la Noguera y el Segrià. Este domingo se han ampliado las restricciones hasta los municipios de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), Figueres y Vilafant (Girona).
El Procicat prohíbe reuniones de más de 10 personas, tanto en el ámbito privado como en el público-, reduce al 50% del aforo en el interior de bares y restaurantes y obliga a cerrar los locales de ocio, discotecas, salas de fiestas y gimnasios. También recomienda a los ciudadanos no salir de casa ni no es imprescindible y pedir citar previa para los comercios de productos no esenciales.
Estas medidas detienen la “reanudación” prevista por el Gobierno después de que el pasado 3 de julio la consejera de Salud, Alba Vergés, afirmara que “los brotes en sí no nos preocupan” y que “lo hemos hecho muy bien desde el territorio”. La portavoz del Ejecutivo catalán, Meritxell Budó, por su parte, declaró en rueda de prensa que los casos de Lleida “se están controlando”.