Unos 12.000 vecinos de la Bisbal d'Empordà y Forallac hace diez días que no tienen agua potable como consecuencia de un exceso de herbicidas, según ha denunciado el Síndic de Greuges que ya ha abierto una actuación de oficio para analizar la situación, la actuación de las administraciones implicadas y las empresas competentes.
“En un control de calidad de finales de julio la empresa gestora del suministro, SOREA, detectó una concentración de productos fitosanitarios en la red de abastecimiento público de agua por encima de la concentración máxima permitida”, ha informado el Síndic.
Desde la perspectiva medioambiental, el Síndic pedirá información para “conocer las causas y el origen de la contaminación del agua”; al mismo tiempo que, desde la perspectiva del consumidor, solicitará datos sobre “las actuaciones llevadas a cabo por los ayuntamientos, la empresa concesionaria y la Agencia Catalana del Agua para garantizar el suministro de agua potable”.
El Síndic también se interesará por saber “si se prevé la posibilidad de compensar las personas afectadas por un servicio del que no han podido disfrutar plenamente”.
El pasado 7 de agosto el alcalde de la Bisbal d'Empordà hizo público un bando en el que se comunicaba a la población que el agua no era apta para beber ni cocinar. Mientras dura esta situación, el consistorio ha establecido unos puntos de abastecimiento de agua potable, a los que se suma la ayuda de un camión cisterna a partir del 16 de agosto.
Este episodio de contaminación del agua también afecta al Ayuntamiento de Forallac.