El escritor, abogado y director escénico Josep Maria Loperena ha muerto este viernes en la madrugada a los 82 años. Nacido en Alguaire (Segrià) en 1938, estudió Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad de Barcelona y fue director de teatro las década de los 60 y 70. A finales de los 70 dejó la dirección teatral y dedicarse plenamente a la abogacía. Colaboró en varios medios de comunicación y publicó libros de derecho y ensayos sobre teatro.
Su obra más reciente fue la novela "El espía del violín" (Efadós), que coincidió con la publicación de "El espía del Ritz" (Columna) de Pilar Rahola, con quien compartían el personaje de Bernard Hilda. Loperena terminó interponiendo una querella criminal por plagio. La querella de Loperena contra Columna, editorial de la novela "El espía del Ritz", así como su autora, Pilar Rahola, y el periodista Jordi Finestres -responsable del reportaje sobre Bernard Hilda que Sàpiens publicó en 2003 - argumentaba que Rahola se había apropiado de "su" Bernard Hilda, un violinista real que trabajó en el Hotel Ritz de Barcelona en los años 40 incluido en su obra "El espía del violín" (Efadós) y que él ficcionar como espía, aunque aseguraba que "nunca" lo había sido.
Por el contrario, Rahola defendía que el protagonista de la novela se inspiraba en las informaciones publicadas sobre el personaje real. El debate de fondo radica en el papel que tuvo el personaje real de Bernard Hilda. Para Loperena, todo lo que se incluía en su novela "El espía del violín" es riguroso, a excepción de que Hilda fuera un espía del MI6, que afirmaba que había sido una "invención literaria" propia.
Por el contrario, Rahola defendía que Bernard Hilda era espía, aunque "nunca fue a Barcelona a hacer ninguna misión ni trabajó para el MI6". La periodista manifestaba que todo el material incluido en la obra publicada por Columna inspira en el reportaje de Sàpiens publicado en 2003 por Jordi Finestres y incluía referencias como un artículo de Joan de Sagarra en El País y el entrevista que le hace Víctor Amela al violinista en 2003. en la obra de Rahola, Hilda es el protagonista, mientras que en la de Loperena es un personaje secundario.