Varias iglesias han sufrido últimamente actos vandálicos en Catalunya. El templo de Santa María de Vallvidrera, situado en la sierra de Collserola, ha sido el último en el que se han registrado numerosos destrozos. Los encargados de cuidar de la iglesia se encontraron este pasado domingo puertas y ventanas rotas sin motivo aparente. Los asaltantes lograron entrar dentro donde dañaron el altar y revolvieron todo, a pesar de que no llevarse nada.
También en la ciudad de Barcelona, la Parroquia de Sant Ildefons, ubicada en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi, ha sido objeto de acciones vandálicas estos días. En este caso, unos desconocidos han pintado en la fachada que "la única iglesia que ilumina es la que arde".
Finalmente, la ermita de Santa Margarida de les Lloses, en el Ripollès, fue profanada por unos desconocidos que tiraron al suelo floreros, candelabros y otros elementos ornamentales. Además, el monasterio apareció con pintadas donde se podía leer "ni Dios, ni patria, ni Rey". Hacía doce años que los candados en la puerta eran suficientes para proteger el interior del santuario.