Adrià Carrasco ha vuelto de Bélgica, donde se ha pasado casi tres años, después de que el juzgado de Granollers haya archivado su caso. Carrasco se marchó al extranjero para evitar ser detenido en abril de 2018 por la Guardia Civil, por orden de la Audiencia Nacional, en una operación contra los CDRs que se habían movilizado durante la Semana Santa cortando carreteras y levantando peajes para protestar contra el encarcelamiento y el procesamiento de los líderes independentistas.
En esa operación fue detenida Tamara Carrasco, integrante del CDR de Viladecans, acusada inicialmente, como él, de terrorismo, rebelión y sedición, y que al cabo de dos años y medio fue absuelta por un juzgado de Barcelona. Antes estuvo más de un año confinada en Viladecans, donde sólo salía para ir a trabajar.
Carrasco ha asegurado que "el Estado utiliza montajes policiales para defender sus propios intereses, criminalizando cualquier forma de disidencia" y, en una rueda de prensa ante el TSJC, ha añadido que "vivimos en un país donde cada día vemos como se vulneran derechos fundamentales, como el derecho a manifestación, la libertad de expresión o el derecho a una vivienda digna". "¡Seguiremos luchando y seguiremos desobedeciendo!", ha concluido.