Manifestantes a favor de la libertad de Pablo Hasel provocaron disturbios por segunda noche consecutiva en diferentes ciudades de Cataluña y no hicieron caso al consejero del Interior, Miguel Sàmper, que pidió ayer que las concentraciones fueran "pacíficas".
Sàmper apuntó que "me gustaría pedir un sentido de paz social" y señaló que "tenemos que poder ejercer todos los derechos fundamentales sin extralimitarse hueso y sin utilizar la violencia". "Ruego que en las manifestaciones de hoy todo el mundo se exprese libremente, pero de forma pacífica", reclamó.
El titular de Interior afirmó tras la primera noche de disturbios que "la violencia no está nunca amparada ni permitida. No hay absolutamente ningún pero que la justifique". "Con violencia no se pueden garantizar derechos fundamentales", sentenció.
Los disturbios de anoche se saldaron, según informaron los Mossos, con diez detenidos en Barcelona, doce en Lleida, cinco en Girona y dos en Tarragona por "acciones violentas y desórdenes públicos".
